La cocaína es un alcaloide contenido en las hojas del
arbusto "Erythroxylon coca" siendo químicamente un derivado de la
latropina. Es un estimulante cerebral extremadamente potente, de efectos
similares a las anfetaminas. Además, es un enérgico vasoconstrictor y
anestésico local, siendo absorbido por las mucosas nasales cuando se la aspira,
se metaboliza en el hígado y se elimina por la orina. Certificaron sus efectos
sobre la adrenalina, muy relacionada con la agresividad.
La cocaína estimula el sistema nervioso central, actuando
directamente sobre el cerebro. Sus efectos fisiológicos inmediatos son:
sudoración, aumento en la potencia muscular, midriasis, incremento de actividad
cardíaca y presión sanguínea, dilatación de los vasos sanguíneos periféricos,
convulsiones, aumento en el ritmo respiratorio y de la temperatura corporal.
Estos síntomas pueden provocar la muerte por paro cardíaco o fallas
respiratorias. Además se presentan irritaciones y úlceras en la mucosa nasal.
El uso por vía inyectable expone al adicto a infecciones de
SIDA, hepatitis B y C, tétanos y otras enfermedades infectocontagiosas. La
infección con el HIV puede producirse por transmisión directa de virus al
compartir agujas y otros dispositivos contaminados. La cocaína es una droga
extremadamente adictiva, cuyos efectos se perciben en un lapso de 10 segundos y
duran alrededor de 20 minutos.
El adicto experimenta pérdida de interés e imposibilidad de
sentir placer ante la falta de la sustancia. Así, la cocaína se convierte en el
único objetivo y motivo en la vida del adicto, desplazando todo tipo de
sentimientos.
Los efectos de la
cocaína sobrepasan su punto álgido a los treinta minutos, el individuo precisa
varias dosis durante el día para alcanzar cierta estabilidad emocional y evitar
el efecto disfórico que la propia droga ocasiona luego de varias horas desde la
ingesta.
Tipo de droga: estimulante.
Forma de consumo: Jalado o disuelto en agua e inyectado.
Efectos: Adicción, dilatación de las pupilas; presión y latidos del corazón elevados. Respiración elevada, ataques epilépticos, infartos, insomnios, ansiedad, inquietud, irritabilidad, temperatura elevada, muerte de una sobredosis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario