
La cocaína estimula el sistema nervioso central, actuando
directamente sobre el cerebro. Sus efectos fisiológicos inmediatos son:
sudoración, aumento en la potencia muscular, midriasis, incremento de actividad
cardíaca y presión sanguínea, dilatación de los vasos sanguíneos periféricos,
convulsiones, aumento en el ritmo respiratorio y de la temperatura corporal.
Estos síntomas pueden provocar la muerte por paro cardíaco o fallas
respiratorias. Además se presentan irritaciones y úlceras en la mucosa nasal.

El adicto experimenta pérdida de interés e imposibilidad de
sentir placer ante la falta de la sustancia. Así, la cocaína se convierte en el
único objetivo y motivo en la vida del adicto, desplazando todo tipo de
sentimientos.
Los efectos de la
cocaína sobrepasan su punto álgido a los treinta minutos, el individuo precisa
varias dosis durante el día para alcanzar cierta estabilidad emocional y evitar
el efecto disfórico que la propia droga ocasiona luego de varias horas desde la
ingesta.
Tipo de droga: estimulante.
Forma de consumo: Jalado o disuelto en agua e inyectado.
Efectos: Adicción, dilatación de las pupilas; presión y latidos del corazón elevados. Respiración elevada, ataques epilépticos, infartos, insomnios, ansiedad, inquietud, irritabilidad, temperatura elevada, muerte de una sobredosis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario