Es una droga sintética psicoactiva con propiedades
alucinógenas de gran potencial emotivo y perturbador psicológico, con efectos
similares a las anfetaminas. Es una droga peligrosa en extremo por sus
propiedades neurotóxicas y alta adicción, afectando a diversas zonas del
sistema nervioso central. De color blanco, sin olor pero con sabor amargo,
se presenta en forma de comprimidos, cápsulas o en polvo cristalino que se
disuelve en líquidos, pudiendo ser bebida, ingerida o inyectada.
El éxtasis produce efectos síquicos de gran potencial
perturbador, cuya duración fluctúa entre las 3 y las 6 horas desde su consumo.
Inicialmente el sujeto experimenta sensaciones de confianza y excitación, a las
que sigue un estado de hiperactividad. Los efectos del estimulante se diluyen
provocando trastornos sicológicos, confusión, problemas con el sueño
(pesadillas, insomnio), pérdida de memoria, deseo incontenible de consumir
nuevamente drogas, depresión, violencia, ansiedad grave, psicosis y paranoia. Entre
los síntomas físicos se citan: hiperones, taquicardia, anorexia, tensión y
trastornos musculares similares a los presentes en la enfermedad de Parkinson,
bruxismo, náuseas, visión borrosa, nistagmos, desmayos, escalofríos y sudación
excesiva, signo característico durante la intoxicación. La hiperactividad
acarrea, además de los problemas cardíacos, hipertermia, deshidratación y
fallas renales.
Destruye las neuronas productoras de serotonina, que regulan
directamente la agresión, el estado de ánimo, la actividad sexual, el sueño y
la sensibilidad al dolor. Estos comienzan con falta de coordinación y temblores
y a la larga pueden causar una forma de parálisis.
Tipo de droga: Estimulante.
Forma de consumo: Oral.
Efectos: Disturbios psiquiátricos como el pánico, la ansiedad, la depresión y la paranoia. tensión muscular, nauseas, visión borrosa, transpiración, palpitaciones elevadas, estremecimientos, alucinaciones, desmayos, escalofríos, problemas para dormir y falta de apetito.
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