Esta adicción afecta a todas las clases sociales, dado que en las
clases altas el consumo es extensivo. No se puede atribuir una explicación
única de las toxicomanías, ya que influyen problemas sociales tan variados como
el delito, los problemas familiares, el desempleo o la salud. La adicción al
alcohol posee aspectos culturales importantes desde el momento en que el
consumo es lícito y los menores, a pesar de las prohibiciones, no tienen
problema para consumirlo.
El entorno familiar puede ser determinante: ante la situación
familiar distorsionada el sujeto erige defensas psicológicas contra la
ansiedad. Por otra parte, los menores tienden a seguir el ejemplo de sus
mayores. Otros motivos del alcoholismo son los deseos de evasión y de
autodestrucción, dados el gran número de suicidios que presenta esta
enfermedad.
Los efectos del alcohol son inmediatos debido a que es absorbido
casi instantáneamente, pasando directamente al torrente sanguíneo. Al llegar al
cerebro, narcotiza las neuronas dificultando primero e impidiendo luego la
comunicación entre ellas. Esto se produce en primer término en las regiones del
cerebro encargadas del razonamiento y otros procesos complejos.
La tolerancia al alcohol se desarrolla en un periodo de entre 5 y
10 años, por lo que no pueden predecirse resultados inmediatos. Durante este
tiempo, el adicto comprueba que con la misma cantidad o incluso más se obtienen
menos resultados. El hígado se deteriora por la absorción del tóxico,
evitando parcialmente el deterioro en otras zonas del cuerpo, especialmente el
cerebro. Uno de los primeros síntomas del avance de la patología son las
amnesias alcohólicas que se caracterizan por ser totales. La toxicomanía alcohólica sufre
varias etapas hasta llegar a su cronicidad; se han descrito cuatro fases:
a) Pre
alcohólica: su duración oscila entre seis meses y dos años durante los
cuales la bebida es usada para rebajar la tensión y aliviar el nerviosismo y la
ansiedad
b) Promódica: la
extensión es de dos a cinco años. El alcohol pasa a ser una droga necesaria,
apareciendo los primeros síntomas graves.
c) De toxicomanía
crucial: se caracteriza por la pérdida del auto control, eliminándose
la capacidad inhibitoria, con conducta auto justificable del abuso del alcohol.
d)
Crónica: se produce una destrucción progresiva de la moralidad, con
debilitación grave de las facultades mentales, pensamiento confuso, lento y prolongado.
La recuperación del alcohólico consta de diferentes etapas.
Inicialmente el tratamiento se realiza bajo estricto control médico. La terapia
consiste en la total supresión de su consumo coadyuvado con dietas especiales
que equilibran el organismo. Paralelamente, puede ser necesario el uso de
fármacos que disminuyan los temblores nerviosos y otros síntomas de
abstinencia.
efectos: adicción (alcoholismo), mareos, nausea, vómitos, resacas, dificultad de expresión, sueño interrumpido, problemas motores, conducta agresiva, problemas al embarazo, depresión respiratoria y muerte (en dosis altas).
efectos: adicción (alcoholismo), mareos, nausea, vómitos, resacas, dificultad de expresión, sueño interrumpido, problemas motores, conducta agresiva, problemas al embarazo, depresión respiratoria y muerte (en dosis altas).
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